domingo, 6 de septiembre de 2015

Investigaciones apuntan a la bacteria Methanosarcina como responsable del evento de extinción del pérmico-triásico

Las huellas químicas halladas en rocas de la provincia de Xiakou, China, confirman que las emanaciones gaseosas de metano y CO2 procedente de una importante actividad volcánica calentaron el planeta. El metano es un gas con un importante efecto invernadero, más intenso que el producido por el CO2. Sin embargo, algunos autores afirman que las concentraciones de metano y CO2 se mantuvieron elevadas durante mucho tiempo y junto a las emisiones sulfurosas que acidificaron las aguas fueron responsables del primer evento de extinción masivo de nuestro planeta.  
En la historia de nuestro planeta existen dos momentos críticos que determinan una extinción en masa de las especies existentes. La primera, la constituye la transición entre el Pérmico al Triásico, la segunda la transición del Cretácico al Terciario. A diferencia de la transición Cretácico-Terciario, que marca la extinción de los grandes saurios del planeta, pero no se afectan los registros fósiles vegetales, durante la transición Pérmico-Triásico se produjo una drástica reducción de los registros paleobotánicos. La recopilación de los datos paleontológicos disponibles permite estimar que en apenas 20.000 años, el 57% de las familias de organismos marinos presentes en el Pérmico desaparecen, llegando al 83% de los géneros y el 96% de las especies según algunos autores. La recuperación de la flora y fauna de los fondos marinos no se produce hasta 10 millones de años mas tarde.  Dan Rothman, geoquímico del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), reparó en una discrepancia con la teoría del vulcanismo. Sus características químicas indican que los valores de dióxido de carbono y metano permanecieron elevados mucho tiempo. Según él, si los gases hubiesen sido fruto sólo de la actividad volcánica deberían haber disminuido antes. Además apunta que las concentraciones de gases parecen adaptarse más a un patrón de crecimiento exponencial propio del crecimiento de algunos microorganismos. 


La bacteria Methanosarcina es un género de  microorganismos que produce metano a partir de CO2  e hidrógeno y según algunos investigadores podría haber sido responsable, tras un crecimiento desmedido, del evento de extinción del pérmico. 

Las ingentes cantidades de níquel emitidas por las erupciones permitieron florecer a Methanosarcina. La bacteria, que habría adquirido la capacidad de producir metano por aquella época, necesita el níquel para metabolizar la materia orgánica en gas.

Methanosarcina.

Según esta teoría que viene a complementar la teoría del vulcanismo para explicar la extinción masiva entre los periodos pérmico-triasico, la masiva liberación de metano elevó la temperatura del planeta y aumentó la acidez de los mares, mientras que la concentración de oxígeno se desplomó a medida que este era consumido durante la conversión natural de metano en dióxido de carbono. Los organismos comenzaron a morir y, en una espiral ascendente, Methanosarcina se cebó con la materia descompuesta liberando a su vez más metano. La forma de evaluar el nivel de extinción de los complejos biológicos se basa en el análisis de las proporciones isotópicas del carbono. Con vida en el entorno, el registro geológico presenta casi todo el carbono como C12 ya que las enzimas de los organismos fijan mas eficazmente este isótopo. En las épocas con menor actividad orgánica casi todo el carbono identificado en el estrato geológico es C13. En el intervalo Pérmico-Triásico observamos una anómala concentración de C13. Cuando la vida se recupera y diversifica durante el periodo triásico, los niveles de C12 vuelven a niveles previos.

Referencias.

Carrie Arnold. The Largest Extinction in Earth’s History May Have Been Caused by Microbes. Scientific American 2014; 311, 1